LA CORONA

La Corona de oro de la Stma. Virgen de las Angustias, de Orfebrería “Viuda de Villarreal”, de 1971. En ella se aúnan la hermosura de una corona imperial clásica con una gracia y elementos ornamentales y simbólicos únicos. Centran los motivos del resplandor la imagen en platino del Santo Patrón alcalareño.

Quizás la joya más preciada entre los Hermanos de Vera-Cruz es la Corona de la Coronación; no solo por su valor material, sino por todo lo que significó el Acto de la Coronación de la Virgen de las An­gustias para la Hermandad de la Vera-Cruz y para el pueblo de Alcalá del Río; siendo un hito en el seno de nuestra Corporación, pues la Virgen de las Angustias de Alcalá del Río se coronó de amores, y así es como sus hijos, a través de los años, no desfallecen en su empeño de llevar el bastión de la CARIDAD por bandera. La verdadera corona. 

Donada el diez de octubre de 1971 por el matrimonio Parrado Quiles-García Mirot, se trata de una corona de oro, platino y pedrería con la que aquella memorable y feliz fecha, la Santísima Virgen fue coronada por el Cardenal Arzobispo de Sevilla, el Rvdmo. y Emmo. Sr. D. José María Bueno Monreal, de feliz memoria. Cincelada en la, por entonces, “Orfebrería Viuda de Villarreal”, fueron necesarios 4 kilogramos de oro cuya pureza era tal que, según los expertos, hubo de ser tratado para poder labrarlo posteriormente. Enriquecida con 24,2 gramos de preciosísima pedrería (esmeraldas de diferentes tamaños y perlas), es en palabras de Villarreal la más hermosa pieza salida de su taller, pues en ella se aúnan la hermosura de una corona real clásica con una gracia y unos elementos ornamentales fuera de lo común. Puro clasicismo sevillano. Resaltar la guirnalda que, entrelazándose entre los resplandores de la ráfaga, hacen de esta corona una verdadera obra de arte. Destaca la cruz que remata la corona como símbolo de la Cristiandad y de la Verdadera Cruz, además de centrar la imagen del Santo Patrón San Gregorio, en platino, alusiva a la radicación de la Hermandad desde tiempo inmemorial como sede canónica en la Ermita de San Gregorio, además de los lazos que unen a la Hermandad de la Vera-Cruz con la figura de nuestro Santo Patrón, que perteneció a la titularidad de esta nuestra Hermandad.